sábado, 1 de mayo de 2010

Para Siempe, Para siempre.



Sin duda, uno de los lugares más privilegiados para obtener una gran visión de la ciudad de Ávila, es el humilladero de los Cuatro Postes. Situado en la carretera entre Ávila y Salamanca, desde él se tiene una visión, única de la ciudad de Teresa. Podemos ver como la muralla abraza a la ciudad y su corazón caballero y religioso por las multiples iglesias y palacios que se alzan en su interior.
El humilladero de los Cuatro Postes es un templete de granito que se levanta sobre una sencilla base de piedras del mismo material, y al que se tiene acceso a través de una escalera, también del mismo material. En el centro se alza una sencilla cruz de granito, que durante la decada de los años noventa del siglo pasado sufrió un brutal atentado, ya que en la madrugada del Sábado de Pasión fue destrozada. Lo que provoco el enojo no sólo de la ciudad de Ávila, sino de toda la provincia, que tiene este monumento como símbolo de toda la provincia, al igual que las murallas o los Toros de Guisando. La Junta de Semana Santa de Ávila respondió al atentado convocando un Vía Crucis de Desagravio, sería el Vía Crucis del Viernes Santo, pero en lugar de discurrir alrededor de la Muralla, como suele ser habitual, el piadoso acto llego hasta este humilladero. Aquella madrugada muchas personas, más que habitualmente lo hacen, participamos del acto.
La Cruz se encuentra "custodiada" por cuatro columnas doricas, que sustentan un basamento, ennoblecido, este, por cuatro escudos de cuatro linajes de la ciudad. Este monumento está muy unido a la memoria de Teresa de Jesús, la Santa, por autonomasía abulense.

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