miércoles, 14 de octubre de 2009

QUINTO CENTENARIO DE SANTA TERESA DE JESÚS. CATORCE DE OCTUBRE

Si hay una ciudad en España donde aún hoy, casi quinientos años después de su nacimiento podemos sentir la presencia de uno de sus habitantes, esa es la ciudad de Ávila, y Teresa de Cepeda y Ahumada, Teresa de Jesús.

Ávila no se entiende sin Santa Teresa y Santa Teresa no se entiende sin Ávila. Cualquier calle, cualquier lugar nos lleva inmediatamente a la Santa. Hay rincones donde parece que el tiempo se ha detenido y a la vuelta de cualquier esquina, de cualquier puerta que se abre en sus viejos palacios o caserones vaya a salir de ella, la niña Teresa, la joven Teresa,
la Madre Teresa de Jesús, monja de la Encarnación o de San José.
Ávila ha dejado de ser llamada de los Caballeros para ser conocida por Avila de Santa Teresa, y Santa Teresa de Jesús ha dejado de ser Teresa de Jesús para ser Teresa de Ávila, o simplemente la Santa, como la conocemos y llamamos todos sus paisanos.



Esta tarde la ciudad de Ávila se llena más que nunca de Santa Teresa, esta tarde la Santa vuelve a caminar por sus calles, esta tarde Teresa de Cepeda y Ahumada abandonará su Iglesia, levantada sobre la casa solariega de Don Alonso de Cepeda y volverá a caminar por las calles de la ciudad amurallada en busca de su Madre del Cielo, de la Madre que nunca la fallo y siempre la protegío: La Virgen de la Caridad.
La procesión se iniciará a primeras horas de la tarde en torno a las cuatro y media o las cinco de la tarde. A esa hora se inicia el Traslado de la Patrona de Ávila desde su Iglesia titular hasta la Santa Iglesia Catedral del Salvador para presidir los solemnes actos celebrados en el Primer templo abulense con motivo de la festividad de esta Doctora de la Iglesia Universal. Será un traslado "popular", sobrio, como nos gusta a los castellanos, pero solemne, no habrá representación municipal, pero si del pueblo, de la Cofradía de Santa Teresa y de los Hermanos de la Comunidad de Padres Carmelitas Descalzos que custodian a la imagen a lo largo de todo el año.

La imagen de Santa Teresa es una talla de madera policromada ejecutada por la gubia del más grande imaginero castellano barroco: Gregorio Fernández. Representa a la Madre Teresa de rodillas, en extasis, concretamente en el momento de ver al Señor atado a la Columna. Imagen del Señor que se conserva en la misma Iglesia de la Santa. El rostro de la Santa aparece desencajado, elevado, arrebatado, como a ella le gustaba decir contemplando la aparición del Señor. La mano izquierda sobre su pecho, la derecha extendida. En los dedos de las manos multitud de anillos donados por los fieles de esta Santa Castellana, en su mano el bastón de mando del ayuntamiento de Ávila, del que es Alcaldesa Honoraria. La talla aparece cubierta en la parte superior por una toca de terciopelo negro bordada en oro y una capa de tisu de oro bordada con hilo de oro, ricamente. Santa Teresa aparece coronada por una rica aureola de oro, en cuya parte superiro aparece la fígura del Espíritu Santo, infundiendo en la Santa de Ávila los dones de sus gracias.
Por las calles por la que discurrio la infancia y la vida de Teresa de Cepeda y Ahumada transcurre esta procesión, calles llenas del Espíritu teresiano, calles con sabor del siglo XVI, calles típicas de Ávila. La Santa sale de su capilla acompañada, como ya he dicho anteriormente, por los miembros de la Cofradía de Santa Teresa de Jesús, que son los encargados de portar sobre sus hombros la imagen durante toda la procesión, presidiendo el acto una representación de los Padres y frailes carmelitas descalzos titulares de este Iglesia abulense. Acompaña la procesión el sonido de la dulzaina y los cantos de los frailes.

La procesión discurre por la Plaza Corral de las Campanas, donde la Santa Andariega, Teresa de Jesús se encuentra con Juan de la Cruz, Juan de Yepes, su medio fraile y compañero de reforma, en un monumento que mira constantemente hacía el lugar donde habita, en la ciudad de Ávila: Teresa de Jesús, la Iglesia de la Santa; la Calle de los Cepeda, apellido teresiano donde los haya, Plaza de Pedro Dávila, Calle Caballeros hasta el Mercado Chico, antes Teresa pasará, sin entrar por la Iglesia de San Juan, donde fue bautizada, Calle Zurraquín, Tomás Luis de Victoria, importante músico sacro paisano también de Teresa, hasta la Plaza de la Catedral. En el interior de la Catedral Santa Teresa es recibida por el cabildo Catedraliceo a las puertas del primer templo abulense. Desde allí es trasladada hasta el lugar donde se encuentra la imagen de Nuestra Señora de la Caridad, advocación mariana teresiana por excelencia, ya que a ella acudirá Teresa cuando fallezca su madre para solicitar que sea su madre. Allí Teresa junto a la Virgen de la Caridad presidirá las Visperas Solemnes de esta tarde y la Solemne Eucaristía de mañana, de la que hablaremos mañana, día de Santa Teresa.
Pero esta tarde Teresa habla, Teresa vuelve a hablar en Ávila, a las seis de la tarde la voz de Teresa se hace presente, se hace actual en el Convento de San José a esa hora comienza a leerse el libro de la Vida.
A las ocho y media de la tarde el pueblo de Avila, se hace ofrenda de flores para su patrona, en la Plaza del Mercado Grande, la Plaza de Ávila acogerá el homenaje de la ciudad, de sus autoridades, de todas sus instituciones y de todos sus vecinos en forma de ofrenda floral, flores y música que harán de esta tarde noche uno de los momentos más hermosos y bellos de este día.
VÍCTOR HERNANDEZ MAYORAL
Fotografías del Archivo personal de Víctor Hernández Mayoral. Prohíbida su reproducción, sin pedir permiso al autor de las mismas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario