lunes, 26 de octubre de 2009

Dialogo con la Virgen de la Vega III



La Ermita ha quedado en silencio, la pradera está em la más absoluta soledad. Piedrahíta ha vuelto a sus cosas, a su hogares, y tú has quedado en tu casa. El silencio me recuerda de nuevo Nazaret, tu hogar, Virgen de la Vega. Habéis llegado de un largo viaje, y le Niño cansado y con mucho sueño está a punto de acostarse.
En el silencio de tu hogar crece la monotonía del día a día y junto a él, tu santidad. Ahora que ya estás en la ermita y cada día de mi día, no acabará, como en estos días, visitando tu imagen, comienza la monotonía de mi vida. Sé que Dios, como a ti, no me pide grandes hazañas, no me pide que cada día obre un milagro, sino que cada día de mi vida, sea capaz de hacer sonreir a un hombre que se cruce conmigo por el camino de la vida, agobiado por sus problemas.
El Padre al acogerme como hijo el día de mi bautismo me invito a vivir esta vida como una peregrinación hacia la casa del cielo, y sabiendo mi debilidad, mi flaqueza, te me dio como Madre, como bastón, en el que apoyarme, al que mirar y al que pedir ayuda cada vez que este camino se me haga cuesta arriba, cada vez que me caiga, cada vez qeu me alege de mi camino y del final del mismo. ¡Cuánto trabajo te doy Virgen de la Vega!
Ahora que empieza un nuevo año en mi corazón piedrahitense, te pido Virgen de la Vega que me ayudes a ser fiel a mi vocación cristiana. Que me ayudes a encontrar a Dios en cada instante de mi vida, apra hacer así grande cualquier gesto: pesar un kilo de cemento, comprar el pan o el periodico, beber un vaso de agua o hablar con un amigo.
Ayúdame en este año, a esforzarme por hacer presente a Dios en mi vida, a pesar de las enfermedades, a pesar de las cruces de cada día, como tú lo hiciste presente en el hogar de Nazaret.
Ábreme, Virgen de la Vega, en este nuevo año, los ojos y los oídos a los necesitados que puedan sufrir a mi alrededor, sobre todo en este tiempo de crisis; y que como tú busque una solución a cada problema hasta que gaste mi vida, si es preciso ayudando a los demás, comprometiéndome con los demás.
Virgen de la Vega, ahora que estás ausente, haz presente en mí vida la Eucaristía, donde el Niño se hace Vida para mí vida y al ver como se parte para los hermanos sepa, y te lo pido una vez más, partirme yo tambíen, para mis hermanos.
Ayúdame Virgen de la Vega a hacer presente tu imagen, meditando en mi corazón la Palabra de tu Hijo, la Palabra del Padre con la ayuda del Espíritu Santo; y así el que me vea te vea a pesar de no estar presente en el pueblo, en la Parroquia como lo estaras el próximo 11 de septiembre.
Y sobre todo Virgen de la Vega que a lo largo de este año no te avergüences de ser mi Madre y de que yo sea tu hijo.
VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
26 de Octubre de 2.009

1 comentario:

  1. No te esfuerces mucho. no creo que Nuestra Madre de la Vega se averguence de tí para nada, al contrario, debe estar muy orgullosa de tenerte ahí al lado sabiendo cuanto la quieres y lo que por Ella y los "demas" haces un abrazo.

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